Dos de Febrero

No tengo nada en contra de la religión, soy católica de hecho. Lo único con lo que difiero con mi madre es en las creencias. ¿Por qué rendirle fe ardiente a una estatua? En fin… Llevo aproximadamente 4 días con un ligero catarro, la garganta me duele hasta para pasar saliva, aun asi no me quejo, voy a la escuela con el riesgo de compartirle mis gérmenes a todos mis compañeros, para que sientan al igual que yo, la tortura de pasar saliva… Sabía que tenía que llegar rápido a casa, hacer mi tarea, comer, bañarme y luego asistir a misa, a bendecir al niño dios, al menos fingir un poco de interés y después irnos.

Asi lo hice, llegue temprano, comí, no hice la tarea y luego asistí a misa con los audífonos puestos, las notas de un Cello me movían a su ritmo. Llegue a una iglesia plagada de hombres, mujeres y NIÑOS, de carne y de porcelana, infantes gritando, corriendo, llorando y en brazos de las madres realizadas al menos por un momento. Comenzó la misa y tosí, me ardía la garganta, acababa de bañarme y no traía ninguna otra prenda que me cubriera, ajena a mi camisa de Slipknot. Fue cuando el padre dijo que el niño tenía tan solo 40 días de nacido, cuando mi madre pronuncio las frases que mas me dolieron en toda mi vida: Vez, el tiene tan solo 40 días y está en el frio, tu cuántos años tienes y te estás quejando.

Me quede callada, incluso el frio se me quito, pase saliva y sentí igual que si me hubiera tragado una piedra que desgarraba mi garganta desde adentro, incluso pude degustar la sangre que lubricaba el camino para que mas piedras pequeñas pasaran rápidamente. Mire a mi alrededor, había niños corriendo, uno de ellos callo, alzo la vista y no encontró a su progenitora a su lado, ayudándole a ponerse de pie. Ella estaba petrificada como el bebe que sostenía con afecto entre sus brazos, mientras que el fruto de su vientre se levantaba secándose las lagrimas con sus manos raspadas.

Fue cuando entonces, una idea surco mi mente, por un momento desee ser como aquello, vestido de blanco y rojo que mi madre sostenía, desee ser de piedra, inmóvil y obediente, para hacer felices a las personas, asi permanecí el resto de aquella misa, deseando quedarme inmóvil y aguantándome las ganas de toser, sé que esto me causo una pulmonía, el fresco viento me llego hasta la medula, encrespo mi alma, sé que me quede dormida, y que ya no pude despertar, se cumplió mi deseo de volverme de piedra, de ser una estatua viviente. Solo entonces me sentiría a gusto conmigo misma, viviendo solamente para mí. La misa termino y se desato un fuerte viento. Me golpeo con una fuerza suficiente para hacer caer mi rígido cuerpo, mis lagrimas no brotaron y solo pude ver con horror y profunda tristeza como mi ser se partía en mil pedazos al hacer contacto con el frio, ni mi madre regreso, ni yo me levante, más la mirada del tierno infante vestido de rojo y blanco se hundió en mi corazón, con el mismo dolor con el que los clavos titánicos entraron en sus muñecas y destrozaron sus piernas.

Ya no escuche nada mas, ajeno a las pisadas de los niños que pasaban sobre mí, jugando sobre una persona que nunca más se podrá poner de pie.

By: Alejandra Depp